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Autora: Maruja Vieira
Foto: Ana Mercedes Vivas

AURORA ARCINIEGAS

El ángel de tu muerte
tenía alas de flores y árboles.
Lo sentí en el jardín esa tarde
como un soplo de música
que venía de un piano distante.

¿Nadie más lo veía?
¿Nadie más escuchaba ese piano?
En el aire danzaban palabras
que caían brillando en la hierba.

Caminabas despacio,
ya el tiempo
te mostraba sus rumbos eternos.

Todavía querías quedarte
y tenías amor en los ojos,
amor y tristeza.

En la luz donde vives ahora,
recuérdanos…